Desde niña me gustaba visitar casas. Vivía en un pequeño condominio donde todos los departamentos eran estructuralmente iguales, y recuerdo que cuando visitaba las otras casas, tenía una expresión silenciosa de “es igual que la mía, pero a la vez muy diferente”. No entendía por qué, pero lo percibía: había algo que hacía que se sintiera única.
Mi casa era mi lugar seguro. Me gustaba ordenar mis juguetes, cajones, … incluso pegaba mis dibujos en la sala o escaleras, como si fuera una galería de arte (bueno, en mi mente lo era 😆). Tampoco sabía por qué, pero hacerlo me daba paz.
Los años pasaron y, en la prepa, participé en un concurso de ofrendas. Recreamos una casita yucateca con hojas de palmera, velas, flores y colores vibrantes. Cuando terminamos, el espacio se sentía vivo, con historia, con alma.
Ahí lo comprendí: los espacios nos hacen sentir, nos cuentan historias e influyen en nuestro bienestar.
Ese momento me llevó a estudiar Arquitectura, a explorar diseño de interiores, escenografía, organización de espacios. Pero mi búsqueda siguió. Algo dentro de mí sentía que los espacios iban más allá de la estética y la funcionalidad. Entonces, me adentré en herramientas terapéuticas: constelaciones familiares, reiki, ángeles… Y todo comenzó a conectarse. Cada sesión, cada aprendizaje me acercaba más a esa intuición que había sentido desde niña: los espacios no son solo lugares, reflejan lo que somos, lo que hemos vivido y lo que necesitamos crear o soltar.
La verdadera revelación llegó en el 2021.
La muerte de mi papá sacudió mi mundo. En medio de esa crisis personal, todo cobró sentido. Mi casa reflejaba exactamente cómo me sentía por dentro. Había desorden en mi espacio y en mi mente, acumulación de cosas y de emociones no resueltas.… mi casa hablaba de mí. Fue ahí donde entendí que no era solo diseño ni organización. Era un viaje profundo, un mapa de vida.
Y así nació A.R.M.O.N.I.A: Espacios con Sentido, un proyecto que te acompaña a remodelar tu vida a través de tus espacios. Porque el verdadero cambio nace desde dentro.
Cuando ordenas tu espacio, ordenas tu mente. Y cuando sanas por dentro, tu espacio respira contigo.
Ahora tu cuéntame… ¿qué te está diciendo tu espacio?
Te voy a confesar algo...
Durante mucho tiempo, sentí que tenía dos pasiones que no sabían convivir: el interiorismo y las constelaciones familiares. Como si fueran de mundos distintos. Pero un día, entre plumones y cajas que acomodaba en un diplomado de organización, me di cuenta de que los espacios no solo se diseñan… también se sanan.
Y así empezó la verdadera transformación (spoiler: también remodelo mi vida).
¿Te cuento el resto?
👉 Corre al blog y date una vuelta por “Mi camino hacia la transformación”. 💛
¿Sabías que tu casa puede estar contando tu historia sin que te des cuenta? 👀
Cada rincón, cada objeto, cada espacio tiene algo que decir sobre ti… sobre lo que has vivido, lo que sueñas y también lo que ya toca soltar.
Yo descubrí esa magia sin buscarla, y desde ahí, todo cambió.
👉Spoiler: fue un momento simple, pero muy revelador.
Porque sí, los espacios no solo nos rodean… también nos hablan. A veces, hasta gritan lo que no queremos ver. 🙈
Si te late el chisme transformador (del bueno), 👉 échale un ojo al blog y lee “El Poder de los Espacios: la magia de contar historias”.
Prometo que algo se te va a mover. 💛✨
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